Una leyenda ancestral convirtió a San Antonio Abad en santo patrón de los animales y aunque su origen es egipcio, con el paso de varios siglos, luego de su muerte, la devoción por este santo llegó a tierras españolas, por eso el 17 de enero muchos fieles lo recuerdan y en su honor llevan a bendecir sus animales.
En valencia, se le conoce como "Sant Antoni del Porquet". El santo tiene muchos seguidores agrícolas gracias a que ciertos fragmentos de su vida revelan su contacto con algunos animales que llegó a defender y curar, además de que se le considera protector de desastres naturales, sobre todo aquellos que arremeten contra el campo.
De hecho, algunas de las imágenes que se conocen del santo, lo muestran con un cerdo a sus pies, en recuerdo de uno que estaba tullido y él curó. Es una de las fiestas que más tradición tiene en los pueblos. Comienzan con un "correfocs"...
Y termina con una gran "Foguera"... en las plazas de los pueblos.
En un principio, la bendición era casi exclusiva para los animales de labranza, pero en la actualidad, como han sido prácticamente reemplazados por las máquinas, este acto ha quedado reducido a las mascotas y animales de compañía en general. Por esta razón, las mulas, los burros y caballos, han dejado paso a los perros y gatos, e incluso periquitos y tortugas, aunque todavía, algún que otro caballo recibe su bautizo bendito anualmente.
Atendiendo a esta devoción del patrón de los animales, los párrocos de varias iglesias españolas salen al exterior de los recintos o acuden a explanadas públicas ya sea el 17 ó 18 de enero, para bendecir a los animales que ciudadanos comunes y gente del campo llevan.
Resulta bonito ver la participación de mucho niños, quienes antes de la bendición hacen un recorrido por varias calles, acompañados de sus padres, llevando pajaritos o periquitos en jaulas; portando cestos con conejos, gatos o tortugas; o cargando gallinas, algún hamster, hurón, cabrita o cerditos.
En esta celebración no faltan los caballos andaluces o de labranza, así como los percherones que jalan carretas en las que van familias completas dedicadas a la agricultura, o bien, caballitos ponies cuyos dueños graciosamente les adornan las cabezas con moños de colores.
Disfrutar de la fiesta.
Lilith.
En valencia, se le conoce como "Sant Antoni del Porquet". El santo tiene muchos seguidores agrícolas gracias a que ciertos fragmentos de su vida revelan su contacto con algunos animales que llegó a defender y curar, además de que se le considera protector de desastres naturales, sobre todo aquellos que arremeten contra el campo.
De hecho, algunas de las imágenes que se conocen del santo, lo muestran con un cerdo a sus pies, en recuerdo de uno que estaba tullido y él curó. Es una de las fiestas que más tradición tiene en los pueblos. Comienzan con un "correfocs"...
Y termina con una gran "Foguera"... en las plazas de los pueblos.
En un principio, la bendición era casi exclusiva para los animales de labranza, pero en la actualidad, como han sido prácticamente reemplazados por las máquinas, este acto ha quedado reducido a las mascotas y animales de compañía en general. Por esta razón, las mulas, los burros y caballos, han dejado paso a los perros y gatos, e incluso periquitos y tortugas, aunque todavía, algún que otro caballo recibe su bautizo bendito anualmente.
Resulta bonito ver la participación de mucho niños, quienes antes de la bendición hacen un recorrido por varias calles, acompañados de sus padres, llevando pajaritos o periquitos en jaulas; portando cestos con conejos, gatos o tortugas; o cargando gallinas, algún hamster, hurón, cabrita o cerditos.
En esta celebración no faltan los caballos andaluces o de labranza, así como los percherones que jalan carretas en las que van familias completas dedicadas a la agricultura, o bien, caballitos ponies cuyos dueños graciosamente les adornan las cabezas con moños de colores.
Disfrutar de la fiesta.
Lilith.

