La niebla aparece y con ellas de nuevo sus sombras
Puedo
volver a escuchar los gritos, los disparos, y las explosiones.
Yo
no queria estar ahí.
En
la tierra de la guerra.
Comenzabamos
cabando una trinchera
como
si fuera nuestra propia tumba.
Puedo
ver la gente corriendo, muriendo, llorando
!Al
refugio!
Gente
asustada, horrorizada y muerta 
mi compañero tambien está alerta, 
nos cuidamos mutuamente, 
escondidos tras un muro derribado de dolor, callados, excitados,
más muertos de miedo que vivos. 
Contamos cuantas municiones tenemos, 
hacemos planes y estrategias, 
el cielo escupía fuego... 
vencidos nos encontramos miramos por los costados, 
disparando al enemigo, tal vez a tu hermano. 
Pero siempre con un nudo en el estomágo. 
El miedo instalado en la nuca, el corazón dolorosamente partido.
Sin aliento y ateridos, en la médula del frío.
Bajo el fuego de metralla protegemos los desnudos pies del barro,
de la inclemente dureza del destino.
Y me digo ... !Esta no es mi guerra! 
y se derrama sangre roja del campesino hambriento y oprimido.
Mantengo mi puño en alto 
no doblego mi rabia en la mano, 
porque prefiero morir aquí 
que vivir eternamente arrodillado. 
Horrible es vivir sufriendo una guerra. 
Pero aún más sobrevivir recordando,
los cuerpos sin vida de quienes conoces 
y morian en el otro bando.
Aun ahora, 
volvería a cruzar los campos, 
liberando refugiados. 
Me persigue la locura de esqueletos errantes 
que no desaparecen ni en todos mis llantos. 
Quisiera borrar sus muecas, su hambrienta mirada 
y alimentar el lamento de inocentes prisioneros humillados 
no logro dejar de oir su quejido desgarrado.
Y no quería haber estado allí, 
y que tu no estuvieses a mi lado.
Este soldado y otros se esforzaron en la lucha. 
Pero ... ¿quién recuerda su guerra?... 
congelado en el tiempo 
mientras espera que la muerte le lleve a su vera.
Será una victima más de la guerra, 
uno más de los millones 
que han muerto 
y morirán 
a causa de esta maldita incongruencia... 
