Te dirán
Te dirán que copiaste poemas y escritos
que mentiste y engañaste
que no se pueden fiar de ti, que eres un fraude.
Te dirán que cometiste el peor de los pecados
que no hay perdón, ni absolución
no hay indulto, ni liberación.


Te dirán que no tienes sentimientos
que eres frio, como el mármol
te tacharán de poco hombre
de cobarde, de falso traidor
...
por llorar
por sentir
por luchar
por escribir.


Te dirán que mejor te pierdas por el camino
de las nadas absolutas, ... que no tienes criterio
te dirán que eres manso como un cordero
y te llevarán a desollar al matadero.
Que estás loco de atar, altamente peligroso.
 

Te dirán, eso y más.
 
Te dirán...  los que no tienen vida, más allá de la tuya
los que se pudren en las alforjas de la mediocridad
los que de tan oscuros, invaden la siniestralidad.
Los que no entienden tu lenguaje ni tu igualdad.
Los de la viga en el ojo, ciegos de hostilidad.
 
Y tu...

Y tu, seguirás soñando y viviendo
y me escribirás, siendo autentico a tu pesar
las emociones que te producen las lágrimas
la tranquilidad que aniquila el amanecer desde los Páramos
la ternura de un pájaro en la palma de tus manos
la belleza que te tienta al observarla despacio
el desazón que sientes en el estómago
al ver la alacena vacía de tu hermano.

Las punzadas a bocajarro ante la barbarie
de los indefensos, de los olvidados, de los ultrajados.
La pasión que se desborda cuando la rozas
el instante en que la piensas.
Y la respiras muy despacio.

Seguirás, amigo, rompiéndote las yemas de los dedos
vomitando sentimientos
escupiendo desde tus adentros.
Rasgándote el único sentido que te quede entero.

Porque digan lo que digan.
Yo, te juro... te leo.
Y además ... te creo.
Y por encima de todo... te quiero.
 


 
                                            Para Roberto Marcos,  con profunda admiración. Lilith.