Una de faros.

Luz del alma, luz divina, faro, antorcha, estrella, sol... Un hombre a tientas camina; lleva a la espalda un farol. Antonio Machado.-

Incomprensible espíritu, a veces faro, a veces mar. Samuel Beckett.-

Tan grandes son tus ojos, que tu alma era quizá como un enorme incendio, cual una lumbrarada de colores, como un fanal de faro.- Dámaso Alonso.




Sube la mar por mi espalda
Espumosa tras el envite
De olas que a lo lejos viste
Agua furiosa, agua salada

En roca soy, luz vigía
Por el hombre del mar erguido
Por la muerte es el miedo
Yo seré su mejor guía
Por el mundo somos miles
Oteando horizontes


Como convidados inmóviles
Tiempos fueron de odiseas
Por amables nos recuerdan
Escribiendo cien historias
Federico Pérez

Farero tierra adentro. Faro An-Ividig – foto web - Nividig, Francia


MUJER DEL FARO

De pie, contemplando el mar...
acariciada por una bruma de luz,
cada tarde en el ocaso 
veo una silueta de mujer
echando sus sueños 
en la espuma de las olas.
Dos palabras me bastaron
para saber que era ella:
rocas y luz ,
y la coloqué en el faro
frente al mar, 
en las rocas
con dulce sabor a sal.
Allí, mujer del faro,
donde se pierden espacio, 
tiempo y medida
y sólo queda una luz engullendo el infinito,
su infinito y su idea,
y aquel beso y también su llanto.
Guarda tus versos mujer,
no los tires por la borda 
entre la bruma y el viento,
coge tu pluma
y dirígela hacia el faro,
éste ha de custodiar tus musas
desde la roca hasta el cielo,
y escribirás con palabras
pintadas de dulces, 
de cristales, de lluvias
y de soles verdes..., de lunas.
Oyes ese quejido del faro?
Es de dolor y de espanto
por tanto tiempo escapado.
Y sigue esperando de pie
aquella hora
en qué una luz cruza su puerta
en el crepúsculo del día.....
Y es cuando puedo verte 
a ti, mujer del faro.© Loli Belbel
Aportación de Socialistas Gestalgar

El mar
La larvada carcoma traicionera
en tu nave clavó su banderilla,
más no pudo horadar tu alada quilla
ni el vivo resplandor que la abandera.

Arrumbas la baliza en primavera,
que te marca celeste la otra orilla:
hay un faro brillando a media milla
y un rayo incandescente en la frontera.

Si ser pecio de mar es tu destino
–ya cabalgas las olas de la luna–
las anclas son tus cruces de fortuna.

Con húmeda sonrisa en el semblante,
acepto la verdad, oh mareante:
¡No hay rosas en la tumba del marino!

Anónimo

.....................................S A B O R A SAL.

El mar
se mece en otros vientos
y el sol sólo sale...
para que los faros descansen.
No te apenes si no puedo crear
a tus ojos
un octubre
con su palacio de invierno.
No me juzgues mal
No.

En un mar adormecido, como duermen las verdades, unos ojos cansados de librar batallas. Se posan sobre la delgada línea del horizonte, siempre de límite confuso, que juega entre el cielo y el agua a empujar el sol en los amaneceres. El viejo se estremece de raices a puntas y de puntas al alma.
Cúantas noches de alzarse al trabajo al romper el alba, cuantas tardes de regresar de la vendimia al irse el sol. Los hijos, el amor, la luna y el tabaco. Las guerras cotidianas y el morir del día a día. Esos pliegues en la piel que la edad, como el viento con la roca, se ha empeñado en modelar. Todo y nada a la vez. Si el demonio sabe más por viejo que por demonio es que no vió el mar de viejo.
Allí frente a la arena, apoyado en un bastón, recibe el olor a salitre como un homenaje post mortem. Añora entonces las tardes que no pasó excavando laberintos en la playa, los días que no pudo contemplar como se iba la luz tras las montañas y el mar quedaba a expensas de la luna y los faros, el sabor a sal de las lonjas,... Todo lo que sabía se desvanecía ante la sola idea de la inmesidad marítima.
Para él aquello era arte, no le cabía duda, arte era aquello que le estremecía sin más, sin pedir nada a cambio. Siempre hay una primera vez para ver el mar. Al viejo aquello le llenaba juventud, de curiosidad, de inocencia... Comprendió entonces que no tenía sentido desear aquello que ya se perdió, mejor amar lo que nunca había vivido, esa era su forma favorita de olvidar.

Roberto Marcos.

FARO DE ORTIGUEIRA (COAÑA)

Mi faro.....
Nos conocimos al tiempo
cuando tú, en tu isla de corales
cuando yo, surgiendo, de tu mar,...
y de mi mar primigenio.
Navegamos, día y noche, tú
guiando, presenciando
los surcos de nuestras orillas.
Siendo cómplices, guiñándome un ojo
mientras iluminabas mi sonrisa,
una y mi veces con tus luces rotativas,
como un coloso, como el coloso de Rodas.
Mira siempre siempre el horizonte
allí no se encallan los barcos,
me decías,
mientras me amparaba en tu playa.

Pero ya no estás en tu atalaya
ya no hay playa, ni mi susurro
ni oyes.
Ni me acunas en tus olas
Ni me acercas el horizonte
Se fue mi torre gemela
dejando el dolor de mil almas en pena
Dejando partida mi otra torre gemela
Como el de Alejandría,
se apagó mi faro aquel día.


Ch. Bargues.

Ilustración (De entre los faros más antiguos del mundo en el Mediterráneo tenemos múltiples ejemplos. Aún hoy quedan restos del antiguo faro fenicio de Akko [Acre; San Juan de Acre, hoy Israel, al norte de la Bahía de Haifa])


Faro
Me pregunto cada vez
Qué guardan tus entrañas??
Acaso,el lugar donde duermen las sirenas......
Donde se guardan las almas de viejos marinos que al partir extrañan la mar...acaso..te habitan hadas soñadas....
Peces ....multicolores...
Qué hay en tu interior faro??...
Guía de buques errantes
Consuelo de amores perdidos
O tan sólo el que acuna por las noches al inmenso arco iris.....y esconde sus tesoros.

Sandra Etel.


Con el mar como alfombra
Solo me encuentro

Ejerce la luna de candil
El silencio es compañero
El farol es mi casa...
De muchos soy lucero
Otros siguen su pauta
Extraños derroteros
Para llegar a buen puerto
Triste es mi destino
Convertido en autómata
Qué guiará su retorno
Sino una lámpara sin cielo
Federico Pérez
Farero sin faro.

                                                  


EL FARO
Tenue luz
apagándose,
muriendo,...
girando,
buscándonos,
en el mar del amor,
en presente embravecido,
espumoso,
sin sentido.
Es nuestro faro
luchando por fundirse,
por fundirnos,
juntos,
antes de morir,
atado a tu destino,
a mi destino,
a nuestro sino.
Tenue luz,
apagándose,
apagandonos.
Ven,
emerge junto a mí,
aún es tiempo,
aún hay luz,
aún pervivo.

Pepe López

El faro del fin del mundo?
De tu mundo,
de mi mundo,
de nuestro mundo.

Espigones de rocas ,salpicados,
inbuídos de gigantes espumas,
de un agitado mar.

Mareas vivas que sobrepasan ,
con los vientos, que aúllan,
tormentas ,implacables.
donde no hay fondos donde calar.

Sólo , en la oscuridad de la noche,
el faro, sabe guiar,
Sólo, entre luces apagadas,
resplandece,
no se apaga,
él indica, el puerto donde reposar.

Nuestro mundo es el mar,
final de un horizonte,
donde el faro,
turbulento,
llamea,
brújula candelaria,
que indica,
donde hay que encallar..

Juncal

Con mis tobillos acariciados por las pequeñas olas matutinas, desde el “Flotante”, entre las blancas aguas de Talamanca, imagino el islote Botafoc, recordando cuando enormes piras encendidas sobre él, orientaban navegantes, nautas y pescadores, es la semidiosa Eivissa.
Recuerdo el silencio bajo el agua, mis ojos, salinos y abiertos, mirando el faro, con mi vientre en el mar. Recostada en él, lleno de vida, colores y paz, el tacto de las algas y enormes mejillones apretujados... entre sí, con gráciles sirenas pululando y mi larguísima trenza.
Es el sitio preferido de los pintores aficionados, que plasman a la perfección esas imágenes ibicencas blancas D’en Bossa, azules en Ses Salines, difíciles calas escarpadas en Cala Conta, o cala salada recibiendo cuerpos y cuerpos desnudos, y a mí, mientras me hace el amor el agua. Feliz en ella, quería vivir sin respirar, en ella, en el mar, en su faro.

Inés Perales

FARO
Como un cíclope asentado
en las rocas que golpea
el mar embravecido.
Inmutable, firme y perpetuo.
Envidiando, tal vez, las naves
que cruzan ante tu ojo
luminoso y brillante.
Sueñas, quizá, con surcar 
ese océano que besa tus pies,
que clama lamiendo tus cimientos.
Ciego de día, avizor de noche.
Prisionero en ti mismo,
en tu propio destino.
Inmutable, firme y perpetuo.
Elena Muñoz


    El poema del faro


    Vigilante silencioso
    ve la luna brillar
    en las aguas tranquilas
    de la mar....
    Mil historias contarían
    sus paredes blancas
    y su luz vigía.
    Recuerdos de mi vida.

    ©Mavi Gómez

    Solo,
    guiando barcos perdidos
    emerges sobre el océano.
    La luz gira sobre tu eje,
    iluminando en las noches cerradas....
    Símbolo de la soledad,
    te acompañan estrellas desperdigadas
    en el infinito cielo..
    Te eriges desafiante
    ante tanta inmensidad
    pero ahí estas.
    Solo.
    Cuervo Rock (2014)
    Viajamos en alfombras voladoras
    huyendo de las huellas y heridas antiguas.
    Tan saladas que no cicatrizaban
    olían a cien noches y un día.
    Las voces y el misterio
    caian por las barandillas
    como un día nuestro amor.
    Juntabamos las manos para recogerlas
    evitando que se hirieran y era inevitable.
    El mar descolorido
    seguía estando en el mismo sitio
    entre las caricias y la memoria.
    Volvíamos como suicidas
    a aquella costa, poco aprendimos.
    El faro siempre de vigía
    repasando ante su vista las rutas de los barcos.
    Vive solo
    El sol nace y se pone
    No echa de menos lo que no conoce
    ni tiene la valentía del querer descubrir
    el sentir solo ocupa un lugar en tu retina
    en las noches en que sueñas con mi piel.
    Como entonces.
    La luna volvía a estar enjaulada
    en la misma valla de nubes oxidadas
    me recuerdas, se que me recuerdas.
    Igual que yo a aquel faro.
    Pero nosotros, ahora, ya no éramos nosotros.
    Pilar Sanjuán  

    FARO DE ALEJANDRÍA
    Qué llanto me consume y me revuelve
    y sin embargo inflama esta hoguera de mi vista
    qué pecado qué escarmiento qué desdicha...
    cuánta herida humana he de mirar desahuciada
    con esta llama que solo sabe sumar distancias
    con este ojo donde se sumergen horizontes
    y esta fascia construida de lamentos
    de pérdidas de anhelos y gritos derroteros.
    He visto al océano digerir miles de alientos
    -con afán de sepulturero -
    con sus rostros salados de lágrimas
    hurgando en la superficie la última luz del cielo
    he escuchado en aquellos sirios
    los sueños latentes de sus niños muertos
    y los incontables silencios oprimidos
    como cantos que se acunan en los pechos
    como se sumergen y se duelen los ibéricos.
    Siento la historia tan presente
    en cada nacimiento esperanzándose
    o esa voz que muriera en las mazmorras
    buscándome en la noche oscura y victoriosa
    en que Platón liberara de las ideas sus alas.
    Y siento tanto el amor desmembrado
    de un cielo asceta y desdeñado
    por quien fui guardián como el mantra al verso
    o el reviento fonético al asalto de las olas
    y que el pueblo de los mares Ptolomeos
    otro hora sabios en culturas y presagios
    tengan empuñadas sus manos de odios
    olvidándose mirar en los ojos de sus crios.

    Alejandro Rivadeneyra


    ¡Cuanto verte sin mirate.!
    ¡cuanto estar unidos sin sentirte!
    los años pasan y sin verte
    seguimos juntos por los años.

    ...

    dos corazones por el mundo
    dos quereres no perdidos
    pues donde estas tu, mi vida sigue
    y donde yo voy tu vida esta.


    los amores separados no se pierden
    no se alejan, no se mueren
    pues les unen cada dia las pasiones
    que en la noche se descargan con los sueños


    y si pronto estamos juntos
    dos corazones se emnoblecen
    con amores y cariños recordados
    en sueños, noche a noche imaginados.

    Mar Herrero ..."a mi amor marinero"


    Te distingo llegar desde lejos
    con tu manera de andar,
    con tu forma de acercarte,
    es como si se te alegrara el cuerpo
    y tus pasos se aceleraran lentamente...
    al verme esperándote sonriendo,
    Oyes el aleteo de esas mariposas
    que revolotean ansiosas de llegar,
    de posar tus labios sobre los míos
    y sentir mis dedos entre tus cabellos.
    Esa aura que no sabe vivir
    separada la una de la otra,
    como la ola caracolea sobre la arena
    al alcanzar la costa tras un largo viaje.
    Amo ese algo de ti, ese algo inexpresable
    que me conforma al poseerte
    y me seduces nada más mirarme.
    Amo ese olor tuyo de piel amante,
    esos dedos tuyos que sedosos se deslizan
    como cascos de veleros entre las aguas
    de un mar bravío llevadas por el viento.
    Amo ese algo diferente que te hace única
    pues nunca sentí nada parecido al besar,
    Ese tacto cálido carnoso,
    bajo la fina piel de tus labios sin pintar,
    esparzo mi oleo sobre tu lienzo
    con trazo firme y sereno,
    ...porque ese algo tuyo desconocido
    me dice en todo que te gusto a rabiar.

    Josep Gayà Moll.



    Con la mirada perdida.
    Siento como las olas me acarician.
    Se iluminan mis pensamiento.
    Y se llenan de palabras sueltas.
    Ya es muy tarde.
    Solo queda el recuerdo.
    Paqui Perez Roman.  

    Margareth Murua http://youtu.be/gAoMlyzZme4

    Muchas gracias a tod@s por vuestra colaboración. Lilith,










    Abrazos para tod@s.

    Textos de los autores,  imágenes de la red.