Premio Nacional de las Letras Españolas



Reflexiones de una persona muy sabia.


Escritor, economista y académico pero ante todo José Luis Sampedro es un humanista que aprendió a ser un excelente ser humano. Critica que antes se respetaban valores cómo la justicia, la libertad, la solidaridad, la dignidad o el cuidado de la naturaleza. «Eso, hoy, a veces se menciona pero no se cumple», 

José Luis Sampedro (Barcelona, 1917)
Por una brillante trayectoria narrativa y teatral, ha sido distinguido con el Premio Nacional de las Letras Españolas (segundo en importancia tras el Cervantes).

¿Cómo ha recibido este nuevo reconocimiento?
Sampedro, de 94 años, afirma que ha recibido el galardón con una mezcla de "estupor, asombro, emoción y gratitud". "Hay mucha gente que me lee y me tiene cariño y que sé que se va a alegrar", afirma. A renglón seguido añade: "Nunca trabajé para premios, sino para expresarme".Es indudable que el ser humano ha desarrollado la técnica de forma fabulosa, pero no ha aprendido a vivir civilizadamente: los seres humanos se siguen matando. Ahora mismo, en tiempos en que las comunicaciones y los transportes son casi instantáneos y que han unificado el planeta, seguimos poniendo barreras.
Entonces, ¿quizá la situación actual no sea tanto el problema la economía.?
El problema no es la economía. El problema es que en los países avanzados el valor supremo es el dinero. Antes se respetaban valores como la justicia, la libertad, la solidaridad, la dignidad, el respeto a la naturaleza... Eso, hoy, a veces se menciona pero no se cumple. Y hemos sustituido los valores por los intereses económicos.
Os adjunto un trocito del Prólogo que escribió Sampedro en  el libro de "INDIGNADOS" de Stéphane Hessel:
"Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado. También viví una guerra. También soporté una dictadura. Al igual que a Stéphane Hessel, me escandaliza e indigna la situación de Palestina y la bárbara invasión de Irak. Podría aportar más detalles, pero la edad y la época bastan para mostrar que nuestras vivencias han sucedido en el mismo mundo. Hablamos en la misma onda. Comparto sus ideas y me hace feliz poder presentar en España el llamamiento de este brillante héroe de la Resistencia francesa, posteriormente diplomático en activo en muchas misiones de interés, siempre a favor de la paz y la justicia.
Pero ¿de verdad estamos en una democracia? ¿De verdad bajo ese nombre gobiernan los pueblos de muchos países? ¿O hace tiempo que se ha evolucionado de otro modo?
Actualmente en Europa y fuera de ella, los financieros, culpables indiscutibles de la crisis, han salvado ya el bache y prosiguen su vida como siempre sin grandes pérdidas. En cambio, sus víctimas no han recuperado el trabajo ni su nivel de ingresos. Actualmente la culpabilidad del sector financiero en esta gran crisis ni siquiera se ha planteado la supresión de mecanismos y operaciones de alto riesgo. No se eliminan los paraísos fiscales ni se acometen reformas importantes del sistema.
Es decir, el dinero y sus dueños tienen más poder que los gobiernos. Como dice Hessel, “el poder del dinero nunca había sido tan grande, insolente, egoísta con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan en primer lugar de sus dividendos, y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general”
¡INDIGNAOS!, les dice Hessel a los jóvenes, porque de la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia. De la indignación nació la Resistencia contra el nazismo y de la indignación tiene que salir hoy la resistencia contra la dictadura de los mercados. Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas.
Pero el peligro totalitario en sus múltiples variantes no ha desaparecido. Ni en aspectos tan burdos como los campos de concentración (Guantánamo, Abu Gharaib), muros, vallas, ataques preventivos y “lucha contra el terrorismo” en lugares geoestratégicos, ni en otros mucho más sofisticados y tecnificados como la mal llamada globalización financiera.
INDIGNAOS!, repite Hessel a los jóvenes. Les recuerda los logros de la segunda mitad del siglo XX en el terreno de los derechos humanos, la implantación de la Seguridad Social, los avances del estado de bienestar, al tiempo que les señala los actuales retrocesos. Con su grito les está diciendo: “Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo; no permitáis que os lo arrebaten”.
¡INDIGNAOS! Luchad, para salvar los logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad prometidos tras la dolorosa lección de la segunda guerra mundial. Para distinguir entre opinión pública y opinión mediática, para no sucumbir al engaño propagandístico. “Los medios de comunicación están en manos de la gente pudiente”, señala Hessel.

¡INDIGNAOS!, sin violencia. Nos incita a la insurrección pacífica evocando figuras como Mandela o Martin Luther King. Yo añadiría el ejemplo de Gandhi, asesinado precisamente en 1948, año de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de cuya redacción fue partícipe el propio Hessel. Como cantara Raimon contra la dictadura: Digamos NO. Negaos. Actuad. "
Estas palabras son las que leyó Sampedro.
Y yo añado: ¿quién es la gente pudiente? Los que se han apoderado de lo que es de todos. Y como es de todos, es nuestro derecho y nuestro deber recuperarlo al servicio de nuestra libertad.
Actuemos.
Sampedro en su casa de Mijas.


Fuente: El levante. -Periodismo Humano.