Primavera en Valencia.



En este día,
en este tiempo,
he vuelto a escuchar
esas antiguas voces que ya fueron derrotadas
y dejadas en el vacío por la ira melancólica de mi noche a media luz.
Sin embargo, algunas sombras que no sucumbieron
ante las balas tenebrosas, silenciosas, impasibles
persistieron en sus orgullos, igual que gritos moribundos
desvaneciéndose en el humo de la injusticia y el horror.
Como ruidos dispersos quedaron en el aire irrespirable.
Me repito entre versos y poetas, que ya no es el momento para  cantos floridos a las lunas llenas.
Que ya no hay oportunidad, ni ganas, ni ofrendas para volver a los himnos repetidos.
¡Hoy es un día para levantar una  palabra, un grito, un libro!.
De cantar las cuarenta a las tormentas conocidas
que por desgracia se avecinan en los horizontes actuales.
De recitar los mil nombres olvidados de la guerra.
De describir la furia del jóven que sale valiente del pupitre, del libro, de la canción.
Ya no yace escondido en la tinta de mi última letra.
Es hora de sacar la voz y el grito y el puño.
!Ya está cansado de melodías antiguas  y estrechas!.
Es hora de perderse en la locura irrepetible de la única voz,
y no seguir el lánguido paso del gentío. Su letargo.
Están ahí estos jóvenes dioses que esperan el turno de su elocuencia, que estan hartos de malvivir en el silencio de su calamidad.
Y están los otros, los de siempre, aquellos que se regocijan, que se imponen, que violentan... que nunca despertaron de sus mentirosos cuentos de malabaristas insidiosos.


Algunos emperadores de las guerras del ayer, excéntricos convencidos de lo inentendible.
Flautistas encantadores de serpientes, instalando un fecundo miedo en los huesos.

¿Será su verborrea añeja el mejor engaño de la historia?.
¿Será la mentira en sus relatos, siempre su punto de referencia?
¿Será la violencia, su único argumento, su futuro?

Pero ahora ya no pueden .... los jóvenes han vuelto a ser los dioses de todas las magníficas edades.
Que ya no hay tiempo para el silencio, eterno y sumiso. 
Están en las calles y  proclaman el canto de esta nueva era.
Espero que los escuchen.
Espero que los sigan.
Ya es primavera en Valencia.