"Una casa sin libros es una casa sin dignidad" Edmundo de Amicis.
"Una casa es un lugar donde uno es esperado" Antonio Gala.
"Para conocer de verdad a la gente hay que ir a su casa" Johann Wolfgang Goethe.
"Una casa es un lugar donde uno es esperado" Antonio Gala.
"Para conocer de verdad a la gente hay que ir a su casa" Johann Wolfgang Goethe.
Tras
andar por la estrechas calles, que llevan hasta el pilar,
de la
calle La Fuente,
está mi casa,
pequeña,
ante todas las
demás, ...
su pequeña puerta color marrón,
me hacen
traspasar el tiempo,
como cruzar el umbral,
te llevará en
un viaje en el tiempo, sus estrechas escaleras,
me llevan a las
salas,
espaciosas,
grandes ratos vividos en ellas,
en
una de esas salas,
hay unas escaleras,
como en una
expedición,
subirlas,
es toda una aventura,
te conducen
a la terraza,
al abrir la puerta,
y ver el paisaje,
te
sientes pequeña,
todo monte, olivas,
el peñón de Martos,
te mira, mientras te preguntas:
¿qué pensaría quién
construyó esa fortaleza y vio tan impresionante paisaje?,
me
viene a la memoria,
las risas,
la mirada de mi sobrina,
al
ver tan inmenso paisaje,
en la noche, iluminada con las
estrellas,
en esas tierras jienenses,
que un día,
me
vieron nacer,
mi casa es toda recuerdos,
de la felicidad,
más pura que haya nunca vivido.
Mavi Gomez
Regreso
pedaleando a mi casa
Bordeo el bosque y atravieso las granjas
cercanas
Entre las copas de las hayas amarillentas
Se
cuelan rayos de sol otoñales
Dándole tantos tonos
melancólicos...
Oigo el crujir de las hojas caídas bajo mis
ruedas
Huele ya el aroma del café en la cocina
Preparado
por ella, con cariño
Y lo tomamos en la terraza
Todavía
verde, la enredadera de mi alma
Leyendo el rio de la
vida
Mientras pesco su entrañable corazón
Chisporrotean
las piñas ardiendo
En el hogar mientras asamos castañas
Y
noto tu mano acariciándome la espalda
Mientras miras y
asientes de placer
Esta es mi casa, mi vida, mi
amada…
Federico Pérez
LA
CASA
Fuimos temprano al aeropuerto, alquilé un minibús para
el evento, nos vendría bien, Me acompañaban Gustavo y Waldo, y
después de los retrasos pertinentes, allí estaban por fin,
Alejandro, Margareth y Sandra. Después de la espera pertinente de
besos y abrazos, fuimos recogiendo, en la estación de autobuses a
Pat, Mavi y José María, en la estación a Juncal, Fernando,
Marlen, Roberto, Chere, Mónica, Brujita, el tito otros decidieron
hacer el viaje por su cuenta, les dimos la dirección y espero vayan
llegando durante las próximas horas. El bullicio en el minibús me
recordaba a cuando de niña, me recogían para ir al colegio,
murmullo gorgojeante y continuo. El parking estaba al completo, La
casa de AS estaba radiante al fondo toda iluminada, de ensueño
delante, el inconfundible sombrero de Shiro. Llamando al timbre,
pequeño grito, aquí estamos, y al girarse, Federico abre la puerta,
todos saltamos de alegría, nos abrazamos y vamos pasando al
interior donde nos esperan Pilar, Vicente y Alicia, sus cuadros
ocupan las paredes de la casa, junto con los carteles del forastero,
al son de las melódicas notas del Sr. Albert , y atentos a su
música todos los que por sus medios decidieron viajar. Aperitivos y
refrescos, amenizan este primer encuentro total (global) del grupo
más homogéneo que conozco. La casa acogía a cada uno de los 180
componentes del grupo, poetas, literatos, lectores, oyentes, incluso
invisibles. Esta casa es nuestra, es vuestra, 180 corazones de
sensibilidad compartida, albergados en una casa soñada, mañana
será otro día…
Chiquillos/as, si no veis vuestro nombre,
es involuntario, lo escribí en descanso del trabajo y no quise
retocarlo después, pensado y escrito, fueron los nombres que me
vinieron a la cabeza.
Inés Perales Pérez
Mi
cuarto es una
manzana,
con sus
libros,
con
su...
cáscara,
con su cama
tierna para
la noche
dura.
Mi cuarto es el
de todos
es decir,
con su
lamparín
que
me permite reír
al lado de Vallejo,
que me permite
ver
la luz eterna de
Neruda.
Mi cuarto, en
fin,
es
una
manzana,
con sus libros,
sus papeles,
conmigo,
con
su
corazón.
2
Por mi ventana nace
el sol casi
todas
las mañanas.
Y en mi cara,
en mis manos,
en el
dulce
clamor de la luz pura,
abro mis ojos entre la
noche
muerta,
entre la tierna
esperanza de
quedar vivo un
día
más,
un nuevo día,
para
abrir los
ojos ante la
luz
eterna.
Fuente: Poemarios de Javier Heraud.
Aportación de Fernando Ruiz Pérez.
Mi
casa
Traspaso un gran portón...
Comienzo a caminar por
estrechos senderos...
..a mi alrededor un parque
grande......
Flores, arbustos y si regreso
temprano...Cata, Abril, Salomé, Rocío y los varones, abandonan por un
rato sus juegos....para contarme pequeñas historias....si es
temprano Cata organiza la merienda en mi duplex...
..caso
contrario, llego a mi hogar....
..sola...es un sitio amado y
resistido...
...pero será siempre mi lugar...
La madera
predomina...los porta retratos....abundan por doquier...y son mi
historia en postales....cuadros hechos por las manos creadoras de
Amelia resuelven sabiamente el blanco de las paredes...muebles
pocos....lo mas vistoso: mi biblioteca.
La tele solo está
ocupando su sitio...
..pero, no es mi fuerte, solo está.
Mi
equipo de música.. ese si tiene tarea....enciendo al llegar...y
hasta de nuevo irme sigue sonando...Los cuartos....ya son
muchos...están en la planta alta...guardan recuerdos...aún así,
los visito para ventilarlos.. y esas cosas...pero reduje mi casa a lo
mínimo...tengo un jardín que me pertenece...el resto es común a
todos.
Un gran ventanal me permite ver....mas allá de mi...y mas
acá de mi...
Mi casa es....mi refugio....y el lugar del
cual....muchas veces quiero huir.
(me costo mas de lo que
creía hablar de mi casa)
Sandra Etel Benítez
MI
BARRIO, LA CASA.
Todos mis preciados recuerdos
duermen en
el sueño de la casa
allí reposan mis primeras imágenes...
mi
madre muy joven siempre cerca
mi padre alto lejano delgado
mi
abuela Jesusa vestida de posguerra
con el paso del tiempo mi
hermana mielga
más tarde dos hermanas gemelas
una,
Ada
robada,
vecinos animales amigos familia
historias que olvidar
no quiero.
Dos lágrimas caen melancólicas
recordando todos
aquellos años
mi infancia ya exterminada
mi adolescencia tan
añorada
mi juventud tan seca y dura
después la casa se me
alejó
con mi ansiada independencia
afortunadamente siempre
esperaba
para darme refugio de dolores
con mi madre rigiendo
el timón
y mis dos hermanas amaneciendo
al mundo inhóspito e
inevitable.
Ahora la casa permanece muerta
abandonada en la
indiferencia
solamente habitada por sueños
de todos los que
la quisimos
gobernada por la larga ausencia
de ecos de risas y
tristezas
de la memoria de todos nosotros
de nuestras
fantasías y tinieblas
regida por el espíritu amable
de quien
siempre mandó en ella.
Una
Puerta a los sentidos.
Hace
poco la vi
-extranjera del tiempo-
En la calle de mi niñez
la
casa donde cumplí
mis primeros cuatro años. ...
Ya son
grises sus paredes
y los árboles que la rodean
han crecido
tanto.
La vi desde mi altura de mujer
y entré con mis ojos
de infancia
a recorrer sus cuartos
-silenciosa y etérea-
Los
que la habitan no supieron
de mi inocente visita.
El jardín
me dio la bienvenida
la cocina recordó mis travesuras
de
harina al vuelo.
Mi habitación abrió la ventana
y juntas
cantamos
aquella canción del arroz con leche.
Traje la casa
conmigo
no quiso quedarse.
Cecilia Ortiz
MI
CASA
Fueron muchas las casas que me cobijaron.
De altos techos
de paredes blancas, de cemento piedra, ladrillos.
De grandes
caminos.
De largos pasillos y penumbras....
Fui errante, fui
nómada.
Casas de grandes ventanas.
En todas dibuje
fantasías.
En los cristales entelados.
No podía permitirme
más.
Casa con muchas puertas que fui recorriendo
en mi
pequeño universo.
Agote mi voz al charlar con las estrellas.
Con
las flores y las mascotas.
Mis casas nunca se llenaron de
risas.
Fueron frías y tristes.
En ellas fui niña sin infancia
y adolescente fugitiva.
Pero fueron mis casas.
Pilar
Sanjuan Ortega
MI
CASA, UN RECUERDO DE TANTOS...
Mis hermanos en la
mecedora,
meciendo los minutos
esperando la cigüeña....
que
traerá a la pequeña.
Arriba, en la habitación el
doctor...
mi madre se iba,
mi padre corría,
la familia
rezaba,
dos vidas sufrían...
dos vidas morían...
ríos de
sangre por el colchón.
Desde la ventana de la habitación
vi
una torre muy alta
con una campana
con un badajo...
la
cigüeña se fue volando.
Mi casa, la que me vio
nacer
abriendo sus brazos
acogiéndome en su regazo.
Todavía
hoy cuando despierto,
desde mi ventana de mi habitación,
veo
la veleta del campanario,
el badajo de las campanas,
el reloj
que suena a diario...
Charo Bargues
De
Albaladejo ,un sueño modernista
La de los diez balcones.
la
niña rica
la niña sola
la pobre niña
De la niñez,
mi
casa
Chere
González
Mi
casa.
Nunca pensé en mi casa
como hecha de ladrillos
o
de madera...
o de paja.
La imaginé llena de
ilusiones,
pintada de colores
con pinturas de niños,
de
las que no manchan.
Cortinas de cretona,
llenas de
flores,
alfombras muy mullidas
y olor a tarta de
manzana.
Siempre imaginé mi hogar
con un tejado verde
de
esperanza.
Y esa casa es mi casa.
Mis hijos pusieron
los colores.
Ya bastantes primaveras
han puestos sus
flores.
Mis manos, ya más sabias,
siguen amasando,
en
tardes de otoño,
tartas de manzana
Y mi escritura es mi
refugio,
mi tejado verde, con las tejas
llenas de
palabras.
Elena Muñoz
MI
CASA
Mi casa está muy cerca del cielo,
puedo ver las
nubes corriendo
los días de aire y viento....
Está en un
piso tan alto
que cuando sale el arco iris
me sirve de
tejado.
Cuando se acerca la primavera
lo sé sin mirar el
calendario
porque los trinos de las golondrinas
me anuncian su
llegada.
Cuando amanece se oye
el piar del pequeño
mirlo
mientras la madre entre las ramas
busca algo para llevar
a su nido.
Los atardeceres son ruidosos
más si amenaza
tormenta
cuando las chillonas cotorras
buscan refugio en
bandadas.
Gorriones, pardillos y palomas
de vez en cuando me
visitan
y picotean mis macetas.
El sol se instala en mi
balcón
a una hora muy temprana,
inunda mi casa de luz
y
en invierno me regala calor.
La luna muy picarona
guiña un
ojo sobre mi cama
y pacientemente vigila
que mis sueños sean
dulces.
Muy cerca del cielo está mi casa
pero mis manos no lo
alcanzan
por mucho que alargue los dedos
entre los barrotes de
mi dorada jaula.
Patricia Corpas Gutierrez.
MI CASA
Mirad mi casa…
cerrad los ojos y...
pensadme desnudo,
con piel sonrojada.
De carne viva,
temblorosa
quizá arrugada.
Fuertes huesos.
Sangre, linfa y agua.
Mirad a
mi cuerpo a
mi corazón a
mi alma…
Esta es
mi casa.
ShiroDani
La
Casa de la Luna
(poema que marcó el inicio de mi
blog)
Ven...
está abierta la puerta....
Ven...
es
amplia mi casa.
Cuando franquees el umbral
de mi luna
y
eches la vista atrás
sentirás a tus pasos volar en
libertad
Txaro Cárdenas/Moon Naciente
Cuatro
paredes,
que guardo nuestro secreto.
Cuatro paredes,
que por
horas, fue nuestro refugio.
Cuatro paredes que calmaron...
la
ansiedad del extrañarnos
Cuatro paredes que guardaron
nuestras
palabras de amor.
Cuatro paredes, testigos mudos,
del juego de
nuestros cuerpos...
Cuatro paredes que cobijaron
nuestras
caricias,
nuestros susurros,
nuestros gemidos
nuestros
silencios.
Cuatro paredes que me contuvieron al irte,
y no
verte hasta al día siguiente,
mostrándome la magnitud
de tu
ausencia.
Cuatro paredes donde
fuimos dos cuerpos
deseosos,
luego una sola pasión,
y luego otra vez dos, pero
extenuados.
Cuatro paredes que hicieron realidad un sueño,
de
estar bajo un mismo techo,
aunque haya sido por horas,
pero fue
nuestro piso,
nuestro hogar,
nuestra casa.
Cuervo Rock
La
casa que me dejó
Era
herrumbre y caos cajas embaladas,
recuerdos
y heridas por todas partes esparcidas:
dos vidas robadas.
En
ella, crecía una muchacha flaca, inquieta...
preguntona
que tenia muchos huesos
y la sangre de azúcar.
Sus
muros corredores profundos,
apagados y tristes.
Puertas
cerradas de madera de luto.
Línea
negra sobre el cuerpo del silencio.
El
suelo moqueta color rojo
de sangre de ausencias
El
techo... roto.
Con
un agujero enorme donde miraban sólo los sueños.
Y
desde donde aparentemente observaban sus muertos.
Calle
con nombre de flor "Jacarilla"
Sin
color, calor y sin perfume .
Adolescencia
robada
la
palabra al despertar era adaptación e incomprensión.
Sobrevivir
y respirar.
En
el cabello de la muchacha, y en cada brazo
le
crecieron trenzas aladas
para
no caer,
sin tener ángel de la guarda.
Allí,
... lejos quedo la casa voladora,
los
recuerdos y algunas que otras risas
esa,
fue la casa de sus lágrima.
La casa de los cinco de cien.
(Tal
vez allí estén mis huellas entre el polvo y las termitas)
Pilar Sanjuán
De
Albaladejo ,un sueño modernista
La de los diez balcones.
la
niña rica
la niña sola
la pobre niña
De la niñez,
mi
casa
Chere González
Mi
casa.
Nunca pensé en mi casa
como hecha de ladrillos
o
de madera...
o de paja.
La imaginé llena de
ilusiones,
pintada de colores
con pinturas de niños,
de
las que no manchan.
Cortinas de cretona,
llenas de
flores,
alfombras muy mullidas
y olor a tarta de
manzana.
Siempre imaginé mi hogar
con un tejado verde
de
esperanza.
Y esa casa es mi casa.
Mis hijos pusieron
los colores.
Ya bastantes primaveras
han puestos sus
flores.
Mis manos, ya más sabias,
siguen amasando,
en
tardes de otoño,
tartas de manzana
Y mi escritura es mi
refugio,
mi tejado verde, con las tejas
llenas de
palabras.
Elena Muñoz
MI
CASA
Mi casa está muy cerca del cielo,
puedo ver las
nubes corriendo
los días de aire y viento....
Está en un
piso tan alto
que cuando sale el arco iris
me sirve de
tejado.
Cuando se acerca la primavera
lo sé sin mirar el
calendario
porque los trinos de las golondrinas
me anuncian su
llegada.
Cuando amanece se oye
el piar del pequeño
mirlo
mientras la madre entre las ramas
busca algo para llevar
a su nido.
Los atardeceres son ruidosos
más si amenaza
tormenta
cuando las chillonas cotorras
buscan refugio en
bandadas.
Gorriones, pardillos y palomas
de vez en cuando me
visitan
y picotean mis macetas.
El sol se instala en mi
balcón
a una hora muy temprana,
inunda mi casa de luz
y
en invierno me regala calor.
La luna muy picarona
guiña un
ojo sobre mi cama
y pacientemente vigila
que mis sueños sean
dulces.
Muy cerca del cielo está mi casa
pero mis manos no lo
alcanzan
por mucho que alargue los dedos
entre los barrotes de
mi dorada jaula.
Patricia Corpas Gutierrez.
MI CASA
Mirad mi casa…
cerrad los ojos y...
pensadme desnudo,
con piel sonrojada.
De carne viva,
temblorosa
quizá arrugada.
Fuertes huesos.
Sangre, linfa y agua.
Mirad a
mi cuerpo a
mi corazón a
mi alma…
Esta es
mi casa.
ShiroDani
La
Casa de la Luna
(poema que marcó el inicio de mi
blog)
Ven...
está abierta la puerta....
Ven...
es
amplia mi casa.
Cuando franquees el umbral
de mi luna
y
eches la vista atrás
sentirás a tus pasos volar en
libertad
Txaro Cárdenas/Moon Naciente
Cuatro
paredes,
que guardo nuestro secreto.
Cuatro paredes,
que por
horas, fue nuestro refugio.
Cuatro paredes que calmaron...
la
ansiedad del extrañarnos
Cuatro paredes que guardaron
nuestras
palabras de amor.
Cuatro paredes, testigos mudos,
del juego de
nuestros cuerpos...
Cuatro paredes que cobijaron
nuestras
caricias,
nuestros susurros,
nuestros gemidos
nuestros
silencios.
Cuatro paredes que me contuvieron al irte,
y no
verte hasta al día siguiente,
mostrándome la magnitud
de tu
ausencia.
Cuatro paredes donde
fuimos dos cuerpos
deseosos,
luego una sola pasión,
y luego otra vez dos, pero
extenuados.
Cuatro paredes que hicieron realidad un sueño,
de
estar bajo un mismo techo,
aunque haya sido por horas,
pero fue
nuestro piso,
nuestro hogar,
nuestra casa.
Cuervo Rock
La
casa que me dejó
Era
herrumbre y caos cajas embaladas,
recuerdos
y heridas por todas partes esparcidas:
dos vidas robadas.
En
ella, crecía una muchacha flaca, inquieta...
preguntona
que tenia muchos huesos
y la sangre de azúcar.
Sus
muros corredores profundos,
apagados y tristes.
Puertas
cerradas de madera de luto.
Línea
negra sobre el cuerpo del silencio.
El
suelo moqueta color rojo
de sangre de ausencias
El
techo... roto.
Con
un agujero enorme donde miraban sólo los sueños.
Y
desde donde aparentemente observaban sus muertos.
Calle
con nombre de flor "Jacarilla"
Sin
color, calor y sin perfume .
Adolescencia
robada
la
palabra al despertar era adaptación e incomprensión.
Sobrevivir
y respirar.
En
el cabello de la muchacha, y en cada brazo
le
crecieron trenzas aladas
para
no caer,
sin tener ángel de la guarda.
Allí,
... lejos quedo la casa voladora,
los
recuerdos y algunas que otras risas
esa,
fue la casa de sus lágrima.
La casa de los cinco de cien.
(Tal
vez allí estén mis huellas entre el polvo y las termitas)
Pilar Sanjuán
Mi
casa.
Nunca pensé en mi casa
como hecha de ladrillos
o
de madera...
o de paja.
La imaginé llena de
ilusiones,
pintada de colores
con pinturas de niños,
de
las que no manchan.
Cortinas de cretona,
llenas de
flores,
alfombras muy mullidas
y olor a tarta de
manzana.
Siempre imaginé mi hogar
con un tejado verde
de
esperanza.
Y esa casa es mi casa.
Mis hijos pusieron
los colores.
Ya bastantes primaveras
han puestos sus
flores.
Mis manos, ya más sabias,
siguen amasando,
en
tardes de otoño,
tartas de manzana
Y mi escritura es mi
refugio,
mi tejado verde, con las tejas
llenas de
palabras.
Elena Muñoz
MI
CASA
Mi casa está muy cerca del cielo,
puedo ver las
nubes corriendo
los días de aire y viento....
Está en un
piso tan alto
que cuando sale el arco iris
me sirve de
tejado.
Cuando se acerca la primavera
lo sé sin mirar el
calendario
porque los trinos de las golondrinas
me anuncian su
llegada.
Cuando amanece se oye
el piar del pequeño
mirlo
mientras la madre entre las ramas
busca algo para llevar
a su nido.
Los atardeceres son ruidosos
más si amenaza
tormenta
cuando las chillonas cotorras
buscan refugio en
bandadas.
Gorriones, pardillos y palomas
de vez en cuando me
visitan
y picotean mis macetas.
El sol se instala en mi
balcón
a una hora muy temprana,
inunda mi casa de luz
y
en invierno me regala calor.
La luna muy picarona
guiña un
ojo sobre mi cama
y pacientemente vigila
que mis sueños sean
dulces.
Muy cerca del cielo está mi casa
pero mis manos no lo
alcanzan
por mucho que alargue los dedos
entre los barrotes de
mi dorada jaula.
Patricia Corpas Gutierrez.
MI CASA
Mirad mi casa…
cerrad los ojos y...
pensadme desnudo,
con piel sonrojada.
De carne viva,
temblorosa
quizá arrugada.
Fuertes huesos.
Sangre, linfa y agua.
Mirad a
mi cuerpo a
mi corazón a
mi alma…
Esta es
mi casa.
ShiroDani
La Casa de la Luna
(poema que marcó el inicio de mi
blog)
Ven...
está abierta la puerta....
Ven...
es
amplia mi casa.
Cuando franquees el umbral
de mi luna
y
eches la vista atrás
sentirás a tus pasos volar en
libertad
Txaro Cárdenas/Moon Naciente
Cuatro
paredes,
que guardo nuestro secreto.
Cuatro paredes,
que por
horas, fue nuestro refugio.
Cuatro paredes que calmaron...
la
ansiedad del extrañarnos
Cuatro paredes que guardaron
nuestras
palabras de amor.
Cuatro paredes, testigos mudos,
del juego de
nuestros cuerpos...
Cuatro paredes que cobijaron
nuestras
caricias,
nuestros susurros,
nuestros gemidos
nuestros
silencios.
Cuatro paredes que me contuvieron al irte,
y no
verte hasta al día siguiente,
mostrándome la magnitud
de tu
ausencia.
Cuatro paredes donde
fuimos dos cuerpos
deseosos,
luego una sola pasión,
y luego otra vez dos, pero
extenuados.
Cuatro paredes que hicieron realidad un sueño,
de
estar bajo un mismo techo,
aunque haya sido por horas,
pero fue
nuestro piso,
nuestro hogar,
nuestra casa.
Cuervo Rock
La
casa que me dejó
Era
herrumbre y caos cajas embaladas,
recuerdos
y heridas por todas partes esparcidas:
dos vidas robadas.
En
ella, crecía una muchacha flaca, inquieta...
preguntona
que tenia muchos huesos
y la sangre de azúcar.
Sus
muros corredores profundos,
apagados y tristes.
Puertas
cerradas de madera de luto.
Línea
negra sobre el cuerpo del silencio.
El
suelo moqueta color rojo
de sangre de ausencias
El
techo... roto.
Con
un agujero enorme donde miraban sólo los sueños.
Y
desde donde aparentemente observaban sus muertos.
Calle
con nombre de flor "Jacarilla"
Sin
color, calor y sin perfume .
Adolescencia
robada
la
palabra al despertar era adaptación e incomprensión.
Sobrevivir
y respirar.
En
el cabello de la muchacha, y en cada brazo
le
crecieron trenzas aladas
para
no caer,
sin tener ángel de la guarda.
Allí,
... lejos quedo la casa voladora,
los
recuerdos y algunas que otras risas
esa,
fue la casa de sus lágrima.
La casa de los cinco de cien.
(Tal
vez allí estén mis huellas entre el polvo y las termitas)
Pilar Sanjuán
La casa que me dejó
Era
herrumbre y caos cajas embaladas,
recuerdos
y heridas por todas partes esparcidas:
dos vidas robadas.
En
ella, crecía una muchacha flaca, inquieta...
preguntona
que tenia muchos huesos
y la sangre de azúcar.
Sus
muros corredores profundos,
apagados y tristes.
Puertas
cerradas de madera de luto.
Línea
negra sobre el cuerpo del silencio.
El
suelo moqueta color rojo
de sangre de ausencias
El
techo... roto.
Con
un agujero enorme donde miraban sólo los sueños.
Y
desde donde aparentemente observaban sus muertos.
Calle
con nombre de flor "Jacarilla"
Sin
color, calor y sin perfume .
Adolescencia
robada
la
palabra al despertar era adaptación e incomprensión.
Sobrevivir
y respirar.
En
el cabello de la muchacha, y en cada brazo
le
crecieron trenzas aladas
para
no caer,
sin tener ángel de la guarda.
Allí,
... lejos quedo la casa voladora,
los
recuerdos y algunas que otras risas
esa,
fue la casa de sus lágrima.
La casa de los cinco de cien.
(Tal
vez allí estén mis huellas entre el polvo y las termitas)
Pilar Sanjuán
Muchas Gracias a todos y todas por vuestra participación y entusiasmo.
Un abrazo.
Lilith.