LAS CASAS DE MIS AMIGOS...

"Una casa sin libros es una casa sin dignidad" Edmundo de Amicis.
"Una casa es un lugar donde uno es esperado" Antonio Gala. 
"Para conocer de verdad a la gente hay que ir a su casa" Johann Wolfgang Goethe.


    Tras andar por la estrechas calles, que llevan hasta el pilar,
    de la calle La Fuente,
    está mi casa,
    pequeña,
    ante todas las demás, ...
    su pequeña puerta color marrón,
    me hacen traspasar el tiempo,
    como cruzar el umbral,
    te llevará en un viaje en el tiempo, sus estrechas escaleras,
    me llevan a las salas,
    espaciosas,
    grandes ratos vividos en ellas,
    en una de esas salas,
    hay unas escaleras,
    como en una expedición,
    subirlas,
    es toda una aventura,
    te conducen a la terraza,
    al abrir la puerta,
    y ver el paisaje,
    te sientes pequeña,
    todo monte, olivas,
    el peñón de Martos,
    te mira, mientras te preguntas:
    ¿qué pensaría quién construyó esa fortaleza
    y vio tan impresionante paisaje?,
    me viene a la memoria,
    las risas,
    la mirada de mi sobrina,
    al ver tan inmenso paisaje,
    en la noche, iluminada con las estrellas,
    en esas tierras jienenses,
    que un día,
    me vieron nacer,
    mi casa es toda recuerdos,
    de la felicidad,
    más pura que haya nunca vivido.
    Mavi Gomez
     
            Regreso pedaleando a mi casa
            Bordeo el bosque y atravieso las granjas cercanas
               Entre las copas de las hayas amarillentas
               Se cuelan rayos de sol otoñales
               Dándole tantos tonos melancólicos...
               Oigo el crujir de las hojas caídas bajo mis ruedas
               Huele ya el aroma del café en la cocina
               Preparado por ella, con cariño
               Y lo tomamos en la terraza
            Todavía verde, la enredadera de mi alma
            Leyendo el rio de la vida
            Mientras pesco su entrañable corazón
            Chisporrotean las piñas ardiendo
            En el hogar mientras asamos castañas
            Y noto tu mano acariciándome la espalda
            Mientras miras y asientes de placer
            Esta es mi casa, mi vida, mi amada…

            Federico Pérez

    LA CASA

    Fuimos temprano al aeropuerto, alquilé un minibús para el evento, nos vendría bien, Me acompañaban Gustavo y Waldo, y después de los retrasos pertinentes, allí estaban por fin, Alejandro, Margareth y Sandra. Después de la espera pertinente de besos y abrazos, fuimos recogiendo, en la estación de autobuses a Pat, Mavi y José María, en la estación a Juncal, Fernando, Marlen, Roberto, Chere, Mónica, Brujita, el tito otros decidieron hacer el viaje por su cuenta, les dimos la dirección y espero vayan llegando durante las próximas horas. El bullicio en el minibús me recordaba a cuando de niña, me recogían para ir al colegio, murmullo gorgojeante y continuo. El parking estaba al completo, La casa de AS estaba radiante al fondo toda iluminada, de ensueño delante, el inconfundible sombrero de Shiro. Llamando al timbre, pequeño grito, aquí estamos, y al girarse, Federico abre la puerta, todos saltamos de alegría, nos abrazamos y vamos pasando al interior donde nos esperan Pilar, Vicente y Alicia, sus cuadros ocupan las paredes de la casa, junto con los carteles del forastero, al son de las melódicas notas del Sr. Albert , y atentos a su música todos los que por sus medios decidieron viajar. Aperitivos y refrescos, amenizan este primer encuentro total (global) del grupo más homogéneo que conozco. La casa acogía a cada uno de los 180 componentes del grupo, poetas, literatos, lectores, oyentes, incluso invisibles. Esta casa es nuestra, es vuestra, 180 corazones de sensibilidad compartida, albergados en una casa soñada, mañana será otro día…

    Chiquillos/as, si no veis vuestro nombre, es involuntario, lo escribí en descanso del trabajo y no quise retocarlo después, pensado y escrito, fueron los nombres que me vinieron a la cabeza.
    Inés Perales Pérez 
      Mi cuarto es una
      manzana,
      con sus
      libros,
      con su...
      cáscara,
      con su cama
      tierna para
      la noche dura.
      Mi cuarto es el
      de todos
      es decir,
      con su
      lamparín que
      me permite reír
      al lado de Vallejo,
      que me permite ver
      la luz eterna de
      Neruda.
      Mi cuarto, en
      fin,
      es una
      manzana,
      con sus libros,
      sus papeles,
      conmigo,
      con su
      corazón.

      2

      Por mi ventana nace
      el sol casi todas
      las mañanas.
      Y en mi cara,
      en mis manos,
      en el dulce
      clamor de la luz pura,
      abro mis ojos entre la
      noche muerta,
      entre la tierna
      esperanza de
      quedar vivo un
      día más,
      un nuevo día,
      para
      abrir los
      ojos ante la
      luz eterna.

      Fuente: Poemarios de Javier Heraud.
      Aportación de Fernando Ruiz Pérez.
      Mi casa

      Traspaso un gran portón...
      Comienzo a caminar por estrechos senderos...
      ..a mi alrededor un parque grande......
      Flores, arbustos y si regreso temprano...Cata, Abril, Salomé, Rocío y los varones, abandonan por un rato sus juegos....para contarme pequeñas historias....si es temprano Cata organiza la merienda en mi duplex...
      ..caso contrario, llego a mi hogar....
      ..sola...es un sitio amado y resistido...
      ...pero será siempre mi lugar...
      La madera predomina...los porta retratos....abundan por doquier...y son mi historia en postales....cuadros hechos por las manos creadoras de Amelia resuelven sabiamente el blanco de las paredes...muebles pocos....lo mas vistoso: mi biblioteca.
      La tele solo está ocupando su sitio...
      ..pero, no es mi fuerte, solo está.
      Mi equipo de música.. ese si tiene tarea....enciendo al llegar...y hasta de nuevo irme sigue sonando...Los cuartos....ya son muchos...están en la planta alta...guardan recuerdos...aún así, los visito para ventilarlos.. y esas cosas...pero reduje mi casa a lo mínimo...tengo un jardín que me pertenece...el resto es común a todos.
      Un gran ventanal me permite ver....mas allá de mi...y mas acá de mi...
      Mi casa es....mi refugio....y el lugar del cual....muchas veces quiero huir.

      (me costo mas de lo que creía hablar de mi casa)
      Sandra Etel Benítez
       
       
      MI BARRIO, LA CASA.

      Todos mis preciados recuerdos
      duermen en el sueño de la casa
      allí reposan mis primeras imágenes...
      mi madre muy joven siempre cerca
      mi padre alto lejano delgado
      mi abuela Jesusa vestida de posguerra
      con el paso del tiempo mi hermana mielga
      más tarde dos hermanas gemelas
      una,
      Ada robada,
      vecinos animales amigos familia
      historias que olvidar no quiero.
      Dos lágrimas caen melancólicas
      recordando todos aquellos años
      mi infancia ya exterminada
      mi adolescencia tan añorada
      mi juventud tan seca y dura
      después la casa se me alejó
      con mi ansiada independencia
      afortunadamente siempre esperaba
      para darme refugio de dolores
      con mi madre rigiendo el timón
      y mis dos hermanas amaneciendo
      al mundo inhóspito e inevitable.
      Ahora la casa permanece muerta
      abandonada en la indiferencia
      solamente habitada por sueños
      de todos los que la quisimos
      gobernada por la larga ausencia
      de ecos de risas y tristezas
      de la memoria de todos nosotros
      de nuestras fantasías y tinieblas
      regida por el espíritu amable
      de quien siempre mandó en ella.
    Una Puerta a los sentidos.
      Hace poco la vi
      -extranjera del tiempo-
      En la calle de mi niñez
      la casa donde cumplí
      mis primeros cuatro años. ...
      Ya son grises sus paredes
      y los árboles que la rodean
      han crecido tanto.
      La vi desde mi altura de mujer
      y entré con mis ojos de infancia
      a recorrer sus cuartos
      -silenciosa y etérea-
      Los que la habitan no supieron
      de mi inocente visita.
      El jardín me dio la bienvenida
      la cocina recordó mis travesuras
      de harina al vuelo.
      Mi habitación abrió la ventana
      y juntas cantamos
      aquella canción del arroz con leche.
      Traje la casa conmigo
      no quiso quedarse.

      Cecilia Ortiz
      MI CASA
      Fueron muchas las casas que me cobijaron.
      De altos techos de paredes blancas, de cemento piedra, ladrillos.
      De grandes caminos.
      De largos pasillos y penumbras....
      Fui errante, fui nómada.
      Casas de grandes ventanas.
      En todas dibuje fantasías.
      En los cristales entelados.
      No podía permitirme más.
      Casa con muchas puertas que fui recorriendo
      en mi pequeño universo.
      Agote mi voz al charlar con las estrellas.
      Con las flores y las mascotas.
      Mis casas nunca se llenaron de risas.
      Fueron frías y tristes.
      En ellas fui niña sin infancia y adolescente fugitiva.

      Pero fueron mis casas.


      Pilar Sanjuan Ortega
      MI CASA, UN RECUERDO DE TANTOS...

      Mis hermanos en la mecedora,
      meciendo los minutos
      esperando la cigüeña....
      que traerá a la pequeña.

      Arriba, en la habitación el doctor...
      mi madre se iba,
      mi padre corría,
      la familia rezaba,
      dos vidas sufrían...
      dos vidas morían...
      ríos de sangre por el colchón.

      Desde la ventana de la habitación
      vi una torre muy alta
      con una campana
      con un badajo...
      la cigüeña se fue volando.

      Mi casa, la que me vio nacer
      abriendo sus brazos
      acogiéndome en su regazo.

      Todavía hoy cuando despierto,
      desde mi ventana de mi habitación,
      veo la veleta del campanario,
      el badajo de las campanas,
      el reloj que suena a diario...

      Charo Bargues
       
        De Albaladejo ,un sueño modernista
        La de los diez balcones.
        la niña rica
        la niña sola
        la pobre niña
        De la niñez,
        mi casa
        Chere González
         
          Mi casa.

          Nunca pensé en mi casa
          como hecha de ladrillos
          o de madera...
          o de paja.

          La imaginé llena de ilusiones,
          pintada de colores
          con pinturas de niños,
          de las que no manchan.

          Cortinas de cretona,
          llenas de flores,
          alfombras muy mullidas
          y olor a tarta de manzana.

          Siempre imaginé mi hogar
          con un tejado verde
          de esperanza.

          Y esa casa es mi casa.

          Mis hijos pusieron los colores.
          Ya bastantes primaveras
          han puestos sus flores.
          Mis manos, ya más sabias,
          siguen amasando,
          en tardes de otoño,
          tartas de manzana

          Y mi escritura es mi refugio,
          mi tejado verde, con las tejas
          llenas de palabras.

          Elena Muñoz
           
           
            MI CASA

            Mi casa está muy cerca del cielo,
            puedo ver las nubes corriendo
            los días de aire y viento....
            Está en un piso tan alto
            que cuando sale el arco iris
            me sirve de tejado.
            Cuando se acerca la primavera
            lo sé sin mirar el calendario
            porque los trinos de las golondrinas
            me anuncian su llegada.
            Cuando amanece se oye
            el piar del pequeño mirlo
            mientras la madre entre las ramas
            busca algo para llevar a su nido.
            Los atardeceres son ruidosos
            más si amenaza tormenta
            cuando las chillonas cotorras
            buscan refugio en bandadas.
            Gorriones, pardillos y palomas
            de vez en cuando me visitan
            y picotean mis macetas.
            El sol se instala en mi balcón
            a una hora muy temprana,
            inunda mi casa de luz
            y en invierno me regala calor.
            La luna muy picarona
            guiña un ojo sobre mi cama
            y pacientemente vigila
            que mis sueños sean dulces.
            Muy cerca del cielo está mi casa
            pero mis manos no lo alcanzan
            por mucho que alargue los dedos
            entre los barrotes de mi dorada jaula.
            Patricia Corpas Gutierrez. 

            MI CASA

            Mirad mi casa…
            cerrad los ojos y...
            pensadme desnudo,
            con piel sonrojada.

            De carne viva,
            temblorosa
            quizá arrugada.
            Fuertes huesos.
            Sangre, linfa y agua.

            Mirad a
            mi cuerpo a
            mi corazón a
            mi alma…

            Esta es
            mi casa.

            ShiroDani
            La Casa de la Luna

            (poema que marcó el inicio de mi blog)
            Ven...
            está abierta la puerta....
            Ven...
            es amplia mi casa.
            Cuando franquees el umbral
            de mi luna
            y eches la vista atrás
            sentirás a tus pasos volar en libertad

            Txaro Cárdenas/Moon Naciente
          Cuatro paredes,
          que guardo nuestro secreto.
          Cuatro paredes,
          que por horas, fue nuestro refugio.
          Cuatro paredes que calmaron...
          la ansiedad del extrañarnos
          Cuatro paredes que guardaron
          nuestras palabras de amor.
          Cuatro paredes, testigos mudos,
          del juego de nuestros cuerpos...
          Cuatro paredes que cobijaron
          nuestras caricias,
          nuestros susurros,
          nuestros gemidos
          nuestros silencios.
          Cuatro paredes que me contuvieron al irte,
          y no verte hasta al día siguiente,
          mostrándome la magnitud
          de tu ausencia.
          Cuatro paredes donde
          fuimos dos cuerpos deseosos,
          luego una sola pasión,
          y luego otra vez dos, pero extenuados.
          Cuatro paredes que hicieron realidad un sueño,
          de estar bajo un mismo techo,
          aunque haya sido por horas,
          pero fue nuestro piso,
          nuestro hogar,
          nuestra casa.

          Cuervo Rock
           
                    La casa que me dejó
            Era herrumbre y caos cajas embaladas,
            recuerdos y heridas por todas partes esparcidas:
            dos vidas robadas. 
            En ella, crecía una muchacha flaca, inquieta...
            preguntona que tenia muchos huesos
             y la sangre de azúcar.
            Sus muros corredores profundos,
            apagados y tristes.
            Puertas cerradas de madera de luto.
            Línea negra sobre el cuerpo del silencio.
            El suelo moqueta color rojo
            de sangre de ausencias
             
            El techo... roto.
            Con un agujero enorme donde miraban sólo los sueños.
            Y desde donde aparentemente observaban sus muertos.
            Calle con nombre de flor "Jacarilla"
            Sin color, calor y sin perfume .
            Adolescencia robada
            la palabra al despertar era adaptación e incomprensión.
            Sobrevivir y respirar.
            En el cabello de la muchacha, y en cada brazo
            le crecieron trenzas aladas
            para no caer,
             sin tener ángel de la guarda.
             
            Allí, ... lejos quedo la casa voladora,
            los recuerdos y algunas que otras risas
            esa, fue la casa de sus lágrima.
            La casa de los cinco de cien.
             
            (Tal vez allí estén mis huellas entre el polvo y las termitas)
            Pilar Sanjuán


    Muchas Gracias a todos y todas por vuestra participación y entusiasmo.
    Un abrazo.
    Lilith.