A mí me falta mi Abuelo...
No sé si volveremos a vernos, todo huele a muerte, a final, un fusilamiento.
Solo el hecho de ser republicano, era delito, a ésta niña, también la condenaron a no escuchar la voz de su abuelo, ser familia de un republicano era delito.
Si después de 75 años a nivel oficial no nos quieren decir que pasó con él y, a muchos como él ¿cómo, porqué, quién, y cuando? les dejó sin sus respirar.
Es lamentable, que algunos sigan diciendo que hubo un acuerdo nacional con los desaparecidos en la guerra del 36 en España.
Quiero contestar, que no fueron una docena, sino que además hay miles de familias afectadas, hijos, hermanos, padres, abuelas, y también como esta niña, nietos y nietas. En el caso de ésta niña, llevará toda su vida la ausencia de su abuelo materno. Se ve una angustia en sus dibujos, realizados en las noches más tranquilas y serenas al lado de su madre y hermano menor, los tres alrededor de la camilla, con la saya sobre las piernas y el brasero lleno de brasas rojizas, era el único calor que tenían los tres, porque sus lágrimas se agotaron, solo queda la fotografía del abuelo en blanco y negro en la pared, que un día su madre la hizo en marcar y colgar, para que le pudieran recordar.
El cadáver del Abuelo, (como el de muchos 115.000 Españoles, a fusilados), permanece en un ostracismo que ni en el largo tiempo ha podido aparecer para que se les rinda, a sus huesos y su memoria, el alto y sublime homenaje que les debe España entera.
Como antes de la batalla, unos hombres se disponen a morir y otros a matar. Demasiado para un hombres solo. …Ya no llueve sobre los asesinos, pero llueve sobre la niña de 3 años y sobre el resto de su Abuelo, como si sólo eso ocurriera.
Todo está en silencio, como antes de la batalla.
La patraña contra su Abuelo estaba preparada con premeditación y alevosía. El odio mezclado con envidia es el peor camino para avanzar hacia una meta enaltecedora del género humano. Los falsos y oportunistas tienen siempre la máscara que les cubre la intimidad del rostro y del sentimiento...
Un Abuelo con Honor quién indudablemente murió como vivió. Hay un fusilado que vive.
Como me gustaría, escribir esta carta con una pluma y, que la tinta de mis letras sean de la sangre de su Abuelo, por ser republicano, le pondría como sello la última bala que recibió su cuerpo, para recordarle a todos y a cada uno de ellos.
Un Español llamado Carlos De La Huerta Torres.
Gracias Miguel Texeira Andújar.
Los nombres, y fechas, que voy a narrar, no corresponden a nadie, son ficticios.
No sé si volveremos a vernos, todo huele a muerte, a final, un fusilamiento.
¿Cómo puede saber una niña de 3 años, que la injusticia le quitó a su Abuelo el día 10 de Enero del 1937, a la edad de sus 36 años?.
Solo el hecho de ser republicano, era delito, a ésta niña, también la condenaron a no escuchar la voz de su abuelo, ser familia de un republicano era delito.
Si después de 75 años a nivel oficial no nos quieren decir que pasó con él y, a muchos como él ¿cómo, porqué, quién, y cuando? les dejó sin sus respirar.
Es lamentable, que algunos sigan diciendo que hubo un acuerdo nacional con los desaparecidos en la guerra del 36 en España.
Quiero contestar, que no fueron una docena, sino que además hay miles de familias afectadas, hijos, hermanos, padres, abuelas, y también como esta niña, nietos y nietas. En el caso de ésta niña, llevará toda su vida la ausencia de su abuelo materno. Se ve una angustia en sus dibujos, realizados en las noches más tranquilas y serenas al lado de su madre y hermano menor, los tres alrededor de la camilla, con la saya sobre las piernas y el brasero lleno de brasas rojizas, era el único calor que tenían los tres, porque sus lágrimas se agotaron, solo queda la fotografía del abuelo en blanco y negro en la pared, que un día su madre la hizo en marcar y colgar, para que le pudieran recordar.
Hubo un plan siniestro hecho por individuos, que hicieron su modo de vida, con secuestros, detenciones, torturas y luego desapariciones como el Abuelo de la niña de 3 años. Esto me hace reflexionar... sobre ¿qué les dejaremos a ésta generación como ejemplo de justicia?.
Ya no estarán los torturadores y asesinos entre nosotros, ni quién fusiló a su Abuelo. Siempre habrá más lugares clandestinos donde fueron fusilados y cayeron los abuelos, que asesinos en los cielos, sin haber sido sentenciados por un juzgado.
El cadáver del Abuelo, (como el de muchos 115.000 Españoles, a fusilados), permanece en un ostracismo que ni en el largo tiempo ha podido aparecer para que se les rinda, a sus huesos y su memoria, el alto y sublime homenaje que les debe España entera.
Como antes de la batalla, unos hombres se disponen a morir y otros a matar. Demasiado para un hombres solo. …Ya no llueve sobre los asesinos, pero llueve sobre la niña de 3 años y sobre el resto de su Abuelo, como si sólo eso ocurriera.
Todo está en silencio, como antes de la batalla.
La patraña contra su Abuelo estaba preparada con premeditación y alevosía. El odio mezclado con envidia es el peor camino para avanzar hacia una meta enaltecedora del género humano. Los falsos y oportunistas tienen siempre la máscara que les cubre la intimidad del rostro y del sentimiento...
Un Abuelo con Honor quién indudablemente murió como vivió. Hay un fusilado que vive.
Como me gustaría, escribir esta carta con una pluma y, que la tinta de mis letras sean de la sangre de su Abuelo, por ser republicano, le pondría como sello la última bala que recibió su cuerpo, para recordarle a todos y a cada uno de ellos.
Como se muere de pie y con los ojos abiertos.
Un Español llamado Carlos De La Huerta Torres.
Gracias Miguel Texeira Andújar.