Me hubiese encantado hacer este post.. por otro motivo. Con otra noticia, por ejemplo la noticia de la celebración de otro premio Grammy para Whitney Houston, por su voz... se hubiese merecido mil... pero desgraciadamente, no volverá a recibir ningún otro.
Con seis premios Grammy y éxitos de ventas que sumaron los 55 millones de dólares, la hija del cantante de gosspel Cissy Houston y ahijada de Aretha Franklin comenzó su carrera musical bajo los mejores augurios, cantando junto con Chaka Khan o Jeremy Jackson cuando no era más que una adolescente. Así hasta que el manager Clive Davis la descubrió para el mundo de la música y Kevin Costner la lanzó al estrellato con El guardaespaldas.
Sin embargo, el éxito quedó pronto eclipsado por su comportamiento de diva y sus problemas con las drogas. El mismo año que su voz conseguía todos los premios gracias al tema I Will Always Love You Houston contraía matrimonio con Bobby Brown, una relación tan famosa como nociva.
Evocando esa otra pareja agitada que años antes formaron Tina e Ike Turner, Houston y Brown fueron objeto de continuas especulaciones sobre su consumo de drogas y sobre episodios de violencia domestica, rumores que acabaron con el cantante en la cárcel y finalmente en divorcio, no sin que antes se produjeran nuevas reconciliaciones y disputas matrimoniales o situaciones tan vergonzosas como ese programa de reality TV titulado Being Bobby Brown que quiso ofrecer sin pudor una visión íntima de la vida de la pareja.
Sin poder ocultar más su drogodependencia, Houston confesó públicamente su adicción. Primero a Diane Swayer asegurando que “el crack era muy barato”. “Yo tengo dinero”, confesó alguien que a finales de los 80 estaba entre los 10 artistas con más poder económico, según la revista Forbes. Según le dijo a Oprah Winfrey años más tarde, para cuando rodó The Preachers Wife junto a Denzel Washington en 1996 las drogas ya eran parte cotidiana de su vida.
No podía ser en otro sitio ni con otra persona. Tras más de seis largos años de silencio, la que en otros tiempos fuera una diva se sinceró en el programa -grabado con antelación- de Oprah Winfrey. "Mi marido era mi droga", declaró Whitney Houston, avergonzada pero sin soltar una lágrima, en referencia a su hoy ex esposo, el también cantante Bobby Brown. A los 46 años, tras reconocer una larga adicción al crack, la cocaína, la marihuana y todo lo que pueda englobarse bajo el símbolo narcótico, Houston regresa al mundo de la música con el disco ya número uno de ventas I look to you.
Houston confesó ante Oprah su calvario con las drogas y su anulación como persona. "No hacía nada sin su consentimiento", dijo la cantante, quien aseguró que los abusos -verbales pero en ocasiones físicos- se vivieron por los dos lados. En una ocasión, Brown escupió a Houston. En otra, Houston noqueó a Brown con un teléfono y le dejó tirado en el suelo sangrando.
"No me quité el pijama durante siete meses", afirmó tras afirmar que su vida entró en una espiral de autodestrucción tras el tremendo éxito cosechado por la película El guardaespaldas y el single I will always love you.
Oprah escuchaba atenta y comprensiva. Ella misma se daba las respuestas a las preguntas. "Hiciste todo eso porque eras su mujer", le dice a Houston. "Lo más increíble para mí es que Whitney trató de hacerse pequeñita para que en su matrimonio él fuera más grande. ¿Cuántas y cuántas mujeres hacen eso cada día? Lo siento mucho por ella", contó la presentadora. "Sólo quería ser una buena esposa. Realmente, le amaba de verdad", justificó Oprah, que como habeís comprobado no tiene un pelo de feminista....
Su confesión llegó tras dos intentos de rehabilitación que entonces consideró un éxito. Sin embargo el pasado mayo la cantante indicó que volvía a recibir ayuda para superar sus problemas con las drogas y el alcohol. Una lucha que se dejó sentir no sólo en las revistas del corazón sino en su cuerpo, con una imagen cada vez más consumida y una voz perdida que nunca volvió a recuperar la fortaleza que le dio la fama.
Sin embargo, las reacciones ante su muerte hoy prefieren recordar a la Houston sonora, la intérprete de temas como How Will I Know o Saving all My Love for You. . “Crecí con ella. Su música era la de mis fiestas de adolescente”, añadió  en rápidos tweeters la actriz Elizabeth Banks.
Utilizando el mismo medio, la cantante Mariah Carey declaró que tiene “el corazón roto y en lágrimas ante la sorprendente muerte de mi amiga, la incomparable Whitney Houston”, mientras que su marido Nick Canon añadió que era “una verdadera reina”. Aretha Franklin no podía dar crédito a la noticia, y Tony Benett la consideró “una tragedia”.
Bautizada como la muerte más sorprendente tras el fallecimiento de Michael Jackson, el óbito de Houston impactó también a la noche más importante de la música, la celebración de los Grammy. A menos de 24 horas de comenzar, la organización ya está preparando un homenaje póstumo a la cantante, confirmó la revista Entertainment Weekly.

 Que voz tan hermosa... una mujer tan  hermosa... una lástima, un juguete roto, una vida truncada, como muchas otras... tratando de huir de los muchos problemas que seguramente le ocasionó la fama... enfermó por causa del alcohol y las drogas... le vino muy grande su vida, su matrimonio fué totalmente destructivo para ella. No pudo luchar contra su vida ni contra el amor mal comprendido. Sólo 48 años, dos hijos... Terrible. D.E.P.


Siempre nos quedará su voz y la incomprensión de porqué...
Lilith.